Respirar es conectarse con la Vida, es Vivir. Y “la Vida sólo se experimenta abriéndose a ella y dejándose inundar por ella”. Al respirar mantenemos nuestra unión con todos y con todo. Permitirnos respirar profunda y libremente nos lleva a experimentar la vida, que es amor, el amor que es la vida.
La respiración es un acto rítmico que nos permite llenarnos de oxigeno para alimentar la combustión metabólica en nuestro cuerpo. La respiración esta directamente conectada con el estado de excitación del cuerpo. Cuando estamos relajados y quietos, nuestra respiración es lenta y fácil. En un estado de fuerte emoción, la respiración se hace más rápida y más intensa. Cuando tenemos miedo, aspiramos bruscamente y retenemos el aliento. Cuando estamos tensos, nuestra respiración se vuelve superficial.
Respirar nos permite sentir, pero solemos detener la respiración para no experimentar profundamente nuestras emociones. Al bloquear nuestras emociones, bloqueamos nuestra experiencia de vida, y eso nos va volviendo cada vez mas tensos, angustiados, ansiosos y grises.
Respirar profundamente para experimentar el gozo y la vida nos reconecta con la capacidad de sentir, y al sentir podemos ver que no existirá miedo que no se disuelva si nos atrevemos a sentirlo.
Muchos hemos experimentado esas noches de insomnio en donde los pensamientos nos toman presos y no encontramos la posición, el pensamiento o la actitud que nos desconecte de la mente estresada. Respirar profundamente es también pensar fluidamente, lucidamente, libremente, sin apegos, sin laberintos sin salida que nos atrapen . Respirar bien, es pensar bien, es convertir los pensamientos en viento suave que fluye sin estancarse.
¡Bienvenido a la vida!. ¡Respira profundo y siéntete vivo! . Date cada día el maravilloso regalo de respirar y llenarte de amor. La vida es tu regalo, respirar es tu derecho.
